Restaurant de Bodega
Restaurant “espacio TRAPICHE”
Bodega Trapiche
Ultima intervención arquitectónica en el año 2014
Proyectos y Dirección General Estudio Mallea+Román y Asociados:
PREMIOS AL PROYECTO ARQUITECTONICO:
Ganadora del premio “Oro mejor Restaurant de Bodega en Mendoza” Concurso Great Wine Capitals – Best of Wine Tourism
El proyecto del restaurant "espacio TRAPICHE" permitió, al estudio de arquitectura Mallea Román+Ingeniería, con el mismo entusiasmo y convicción detectado en el año 2007, cuando se realizaron las primeras intervenciones arquitectónicas en un ícono de gran repercusión a nivel mundial, retomar el compromiso y desafío de compatibilizar la arquitectura patrimonial con los principios que dicta la arquitectura actual para no imponer nuevas ideas sino prolongar los primeros trazos que brindaron un nuevo impulso, una consigna que siempre guió el diseño, el respeto, el diálogo entre la bodega histórica y los nuevos espacios:
• Privilegiando las vistas hacia la bodega y los jardines circundantes, se buscó la definición que permitiera las mejores perspectivas hacia las fachadas más imponentes. Fue así como su inserción en forma de "L", distanciada de la bodega, permite a los comensales, en cualquier rincón abierto o cerrado protegido por cerramientos vidriados, disfrutar de un entorno tan rico como las delicias que en él se consumen.
• El edificio logrado es relativamente bajo y de marcadas líneas horizontales que acompañan y adaptan al terreno y jamás pierde la interpretación lograda en los fuertes volúmenes existentes.
• Respondiendo a los requerimientos del comitente y a los conceptos gastronómicos, se organizaron áreas internas para depósitos de insumos, incluidas cámaras de frio y sectores para la preparación previa de las comidas. Los primeros lineamientos del diseño integral como la "cocina a la vista", cuida, no sólo el estricto cumplimiento de sus funciones, sino también detectar las sensaciones y percepciones que tendrían los comensales; lo cual provocó una rápida elección en el uso de los materiales, la iluminación, los tonos de colores impuestos por la sutil autoridad del entorno cargado de mensajes y mandatos.
En sus espacios externos, se dispusieron áreas con mesas en los jardines y, muy especialmente las de fuego, como parrillas, hornos criollos, un interesante fogón inserto en el centro de un círculo diseñado a modo de “sillonada” de hormigón alisado, como otros que también acompañan nuestras costumbres y tradiciones, con albergues de galerías para disponer sectores que invitan a las afables charlas al aire libre.
• Los conceptos gastronómicos fueron asociados a los enfoques que la biodinámica concede. Por ello la inclusión de una pequeña huerta de especias junto a estanques de agua, animales y plantas aromáticas. Espacios que acompañan el entorno con jardines y canteros, usando vegetación xerófila y, al mismo tiempo, respondiendo a aquellos que es trabajado para nutrir y armonizar todos los elementos y energías que desde el cosmos dirigen nuestras elecciones y voluntades.
• Los distintos espacios que conforman el lugar se ven claramente articulados y diferenciados, lo cual permite movimientos armoniosos sin perder la independencia de cada sitio para cumplir con la función para la cual fueron creados.
• En el equipamiento y mobiliario primó la interacción con el comitente para definir las compras. La ambientación (a cargo integralmente del equipo profesional) buscó la armonía de los materiales y colores; el confort acústico, lumínico, visual, climático, y todo aquello pensado para la comodidad de los presentes.
• Eligiendo pocos materiales, con criterio actual pero siempre en armonía con el contexto, aparecen estructuras de perfiles metálicos normalizados, similares a los empleados en los sectores de elaboración. En los paramentos exteriores opacos, sobre una base tradicional, se recurrió al uso de azotados de concretos con buñas (rememorando los grandes zócalos de la bodega) e interiormente aplicando revestimientos de microcemento
• Amplias aberturas acristaladas, algunas plegables, maximizan las conexiones del adentro con el afuera, interacciones que aparecen para ser vividas como unidad.
• Cielorrasos entelados buscando sensaciones acogedoras y cálidas, sin olvidar el rol del control acústico.
• Iluminación basada en una combinación de franca luz natural y efectos de luz artificial, a veces reforzadas o atenuadas con artefactos embutidos y otros dirigidos o colgantes. (En algunos casos con diseños exclusivos).
• Pisos de alto tránsito, con piezas especiales, de porcelanato de alta calidad, con texturas que rememoran araucaria clara
• En cada detalle se buscó la personalización en el uso y relación de mesas y comensales. Por sectores, manteniendo siempre el respeto por la visión que fluye hasta en los rincones más íntimos y acogedores, mesas aisladas, otras contenidas en "banquetas" o sillones fijos, la barra infaltable (ver fotos con diseño e iluminación especial) y un área, denominada VIP, para reuniones especiales. Estos aportes de diseño retoman pasadas visiones que se detecta en las divisiones de entramados de maderas, concebidas con gran sutileza que al igual que los mobiliarios fijos de madera respetan la rústica naturalidad de las texturas.
La madera ofrece un valor fundamental en la esencia de la bodega, pues ella alberga los mejores vinos en barricas y toneles, por lo tanto no resulta extraño que su presencia aparezca en aquellos elementos de diseño exclusivo, como el mueble de recepción que a modo de bienvenida muestra con su diseño la utilización de las duelas de barricas en desuso recuperadas, ostentando toda su añeja impronta al natural.
Incorporación de una exclusiva cava subterránea
Este espacio tiene un significado relevante porque marca la íntima relación entre los vinos propios de la marca y la variada carta gastronómica (maridaje), y surge de la búsqueda de una transición entre el espacio comedor principal contemporáneo y un subsuelo rústico, de poca luz y quizás más misterioso. La conexión, a través de una escalera de hormigón a la vista, desde planta baja lleva a un pequeño hall, donde se dispusieron algunos elementos enológicos antiguos, comunicación lograda con dos guardas diferenciadas, una para vinos blancos y otra para tintos. Para el diseño de esta cava, se buscó una morfología particular, partiendo de la idea de una pileta circular, integrando bajo esta forma la estiba de los vinos y marcando este sitio con un círculo vidriado en su techo que, a su vez, es piso en planta baja.
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