MUSEO BAJO EL AGUA
Alejandría, Egipto
El Palacio de Cleopatra se hundió hace mucho tiempo en el Mediterráneo, pero los visitantes de Alejandría, Egipto, podrían ver los restos del complejo a través del primer museo construido debajo del agua.
Se ha propuesto un lugar cercano a la nueva Biblioteca de Alejandría, donde se cree que la famosa Reina de Egipto se recluyó con su amado Marco Antonio antes de suicidarse.
En septiembre de 2008, al Agencia Cultural de las Naciones Unidas, la UNESCO, anunció la creación de un equipo que determine si la creación del museo podría dañar las piezas sumergidas.
Si se construye, el museo podría mostrar tesoros y monumentos del Palacio de Cleopatra, el cual se encontraba en una isla, en una de las más grandes bahías creadas por el hombre en el mundo, pero se hundió debido a los terremotos del siglo IV D.C.
La bahía está llena de tesoros arqueológicos hundidos. En 1990, arqueólogos submarinos encontraron miles de objetos: 26 esfinges, estatuas ofreciendo regalos a los dioses, bloques de más de 50 toneladas, e incluso naufragios romanos y griegos.
Tesoro hundido
El museo podría incluir piezas que se cree pertenecieron al Faro de Alejandría, una de las 7 maravillas del Mundo Antiguo.
Arqueólogos han localizado en mapas más de 200 objetos sumergidos en el área de la bahía donde se cree que estuvo ubicado alguna vez el edificio.
La riqueza de esta área es un tanto impresionante, dijo Naguib Amin, el director experto del sitio para el Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto.
De alguna manera, toda la Antigua Ciudad de Alejandría permanece bajo el agua, tan solo a algunos metros de la costa.
Idea generadora
El museo propuesto será tanto terrestre como submarino. La naturaleza dual pretende crear una experiencia como la de un museo tradicional, pero también permitirá a los visitantes admirar piezas sumergidas bajo el agua.
Cuando se concurre a un sitio arqueológico, se tienen emociones irremplazables. No son similares a los de ir a ver una película, es como el astronauta que no puede compartir con otras personas cómo es estar en el espacio.
Rougerie ha diseñado un edificio conformado por cuatro altas estructuras con forma de falucas, los barcos de vela que han navegado a través del Nilo desde tiempos ancestrales. Estas naves de vidrio representan los cuatro puntos de un compás y están iluminados por luces azules en las perspectivas de Rougerie.
Estos cuatro puntos serán como el Faro de Alejandría, que iluminó la biblioteca y el mundo.
Rougerie declaró: Quiero hacer la misma cosa con este museo.
El más largo, el museo terrestre, tendrá fibra de vidrio bajo el agua hacia las estructuras donde los visitantes pueden admirar antigüedades que aún permanecen en el fondo del mar.
Pero las aguas cenagosas de la bahía podrían oscurecer las vistas de los monumentos sumergidos. Los constructores del museo tendrán que limpiar el agua o reemplazarla por completo con una laguna artificial.
Imagina un tubo de vidrio. Y simplemente colocarlos sobre los monumentos que se necesiten resaltar. Es casi como poner cada uno de estos monumentos en su tubo, dijo Amin, el experto del Consejo Supremo.
Asuntos de logística
El museo propuesto se planeó para ser submarino, no sólo por el valor estético, sino también, porque sigue la Convención de la UNESCO del 2001 para la Preservación del Patrimonio Submarino.
La convención decidió que las piezas sumergidas deben permanecer en el fondo del mar para respetar su contexto histórico y en algunos casos porque el agua preserva las piezas.
Pero construir directamente sobre las piezas sumergidas podría dañarlas (ese es tan sólo uno de un número de situaciones logísticas que el equipo de factibilidad, compuesto por arqueólogos, arquitectos, ingenieros, economistas y burócratas examinarán en los próximos dos años.
Si el estudio de factibilidad concluye que el museo puede ser construido de manera segura, los planificadores se ven muy optimistas para que sea construido en tres años. El costo del museo aún no ha sido determinado y los fondos aún no han sido asegurados.
La construcción marina cuesta mucho, mucho más y puede tener más problemas técnicos, así que la idea es dividir el museo en dos, así se podría recibir una mayor cantidad de personas.
Además del costo de construcción, también está bajo investigación la logística de la seguridad del visitante.
La integridad estructural del edificio, sin embargo, está considerada sólo un problema menor, porque la Bahía de Alejandría tiene tan sólo de 5 a 6 metros de profundidad, por lo que los arquitectos no se enfrentarán a una fuerte presión del agua en los muros del museo.
Una vez terminado, las autoridades de Egipto esperan que el museo transforme tanto en la industria del turismo de Alejandría como el paisaje actual de la ciudad.
No será simplemente un museo como tal. Es parte de una visión completa para revitalizar la ciudad entera y su patrimonio.