ESTILO VINTAGE
Antiguo, nostálgico, inspirado en las décadas de los 30 y 40. Romántico con un toque de elegancia. Muebles o accesorios antiguos con un aire vanguardista en maderas como nogal o caoba, hierro forjado, blancos, pastel, estampados de flores, plantas, espejos grandes, fotografías enmarcadas, lámparas antiguas, bañeras de cuatro patas, jarrones, teléfonos, cestos de mimbre, baúles desgastados, vajillas de porcelana o lámparas art decó, son sólo algunos de los complementos que no pueden faltar en la decoración estilo vintage.
El estilo vintage se caracteriza por texturas de madera y mezclas de diferentes estilos que logren transmitir historia. La idea vintage no es cronológica, es ajena al tiempo acotado, e incluye elementos de lugares y tiempos diferentes.
Quizás sea posible obtener el mobiliario original de aquella época, pero se pueden incorporar muebles tradicionales de madera clásicos, que sólo pueden ser afligidos a viejo, logrando el efecto angustiado con negros patinados, blancos rotos, burdeos, grises, etc.
Uno de los elementos de mobiliario más famosos de aquellos tiempos es la vitrina con fachada de vidrio que puede ayudar a mostrar colecciones de vajillas y otros objetos de colección. Las sillas en sus manifestaciones clásicas también son muy bienvenidas.
Sin embargo, es importante la elección de color, debe ser silenciada, con algunas variaciones de la flor, pero no demasiado brillantes. Vintage es especialmente buena con muchos tejidos artesanales y papel pintado con motivos.
Existen en tiendas especializadas y en anticuarios muebles de este estilo. Partir de muebles de estilo inglés o francés es una excelente elección. También es posible encontrar muebles restaurados de los 50, 60 o 70.
Una opción para darle un toque retro a los muebles es empapelarlo con motivos sesenteros. El empapelado es una opción acertadísima para el mobiliario con la madera más deteriorada o en aquellas paredes sumidas en la mudez.
Una pared de ladrillo queda perfecta en un ambiente vintage. Si no existe la posibilidad de tener paredes de ladrillo siempre se puede recurrir a ladrillos decorativos.
No se puede dejar en el olvido a las ollas de cobre de antaño colgando en las paredes y la cocina de hierro restaurada quizás en tonos de azul. Hasta en los marcos de las puertas se pueden instalar detalles de época.