MARQUES DE RISCAL
Con el aroma y el sabor a flor de piel
Es la bodega más antigua y tradicional de la Rioja. Inicia sus andares en el año 1860 y se destaca por su carácter pionero, innovador, inconformista e introduce las técnicas francesas de elaboración del vino. Siempre un paso por delante del resto, abre el camino pero sin olvidar las tradiciones.
En este marco que combina tradición y futuro, gestan la idea de construir un edificio revolucionario, capaz de simbolizar el espíritu innovador de la compañía.
En 1998 Marqués de Riscal se convierte en pionero en la idea de combinar el espacio de producción con un espacio para el ocio, y da un paso adelante para crear la Ciudad del Vino, que tiene como objetivo dar a conocer el vino, su historia, cultura y filosofía, e incluirá un espacio de vinoterapia, un museo del vino, un centro de investigación y formación enológica, además de todas las infraestructuras de una bodega como Marqués de Riscal.
Gehry y el proyecto
Gehry decidió visitar el lugar, como paso previo a la aceptación del encargo. Meses después pasó un fin de semana en la bodega y degustó algunos de sus vinos, entre otros, uno del año de su nacimiento, 1929.
En este momento, y tras conocer además, el lugar, su gente y el programa de necesidades, apostó y creyó en el proyecto, para imbuirse por completo del espíritu de esta bodega centenaria.
La arquitectura escultórica de Gehry sigue un estilo y una visión personal de la arquitectura, creando esculturas funcionales. Combina sensuales formas curvas con complejas masas, abre nuevos caminos y crea nuevos lenguajes arquitectónicos para lograr de este modo importantes y nuevos resultados.
La explosión de color y formas genera un movimiento a través de las formas del edificio que huye de sus cimientos para elevarse y mezclarse en el ambiente y asomarse al paisaje circundante.
Concepto
Todo está envuelto en cascadas de titanio (canopies) coloreado en rosa, oro y plata que a la luz del día refleja en sus curvas las tonalidades rojizas del vino tinto, el dorado de la malla y el plateado de la cápsula de la botella de vino de Marqués de Riscal.
Las fachadas de piedra y los ventanales de madera establecen diálogos y contrastes con los tradicionales edificios del siglo XIX del entorno, utilizando una piedra arenisca con la misma tonalidad de la arquitectura tradicional en esa zona.
Espacios
Cada planta es diferente y altamente irregular, y disminuye en dimensión a medida que se asciende en vertical. La elevación del edificio, gracias a las tres súper columnas que arrancan de nueve metros por debajo del acceso al hotel, y atraviesan el gran botellero de Marqués de Riscal, permite unas espectaculares vistas en todas las plantas, con los viñedos, la catedral y las montañas de la Sierra de Cantabria como magnífico telón de fondo.
Sobre la primera planta, en la que se ubican todos los dormitorios del establecimiento hotelero, se sitúa además otra planta con el restaurante, una entreplanta para servicio y una última planta con un salón para clientes del hotel. La compleja estructura de los canopies da voz a un pronunciado diálogo entre los viñedos y el edificio. Estas formas ejercen de pantalla para matizar el intenso sol de La Rioja, que permite enmarcar las perspectivas desde todas las ventanas del edificio.
Estructura
La solución estructural de este edificio es un híbrido que combina acero, hormigón armado y sistemas de hormigón pos tensado.
El acero principalmente se centra en los canopies, cuya totalidad de la estructura principal es realizada básicamente en hormigón.
Una vez que el diseño del edificio ha sido moldeado, se divide en dos para racionalizar el proceso del diseño estructural: por una parte, el diseño de los canopies y, por otra, la estructura soporte de hormigón, que son considerados ambos según diferentes procesos de diseño y calculo.
Este tipo de estructura y diseño convierten al hotel Marqués, en el primer proyecto en muchos aspectos. Los principios convencionales estructurales han sido reconsiderados desde el punto de vista de estabilidad, organización, regularidad y repetición.
El desafío consiste en alcanzar un sistema estructural organizado que respete el concepto básico de una arquitectura irregular.
El edificio se conforma a través de una serie de bases estructurales.
Las tres súper columnas que albergan las escaleras y ascensores del edificio, son los tres únicos pilares del edificio, y no sólo conducen las cargas verticales a la cimentación sino que confieren además la estabilidad lateral y la resistencia ante las cargas horizontales.
La estructura Metálica
Aunque los canopies no tienen una carga trascendente, respecto al resto de la construcción debido a sus complicadas formas, pueden provocar el efecto vela, concentrando el viento en zonas muy concretas.
Estas cargas son trasladadas a la estructura principal por medio de los perfiles de acero que se anclan, bien a alguna de las plantas del edificio o bien de forma directa al terreno.
La estructura secundaria se compone de perfiles T galvanizados, rectos en su gran mayoría, que se van "reglando" para crear la superficie final. Todos estos perfiles se unen entre sí mediante tornillos de alta resistencia.
Sobre ellos se disponen tubos curvos galvanizados sobre los que se colocan chapas de acero inoxidable o titanio coloreado, sin provocar hoyo en las mismas como podría producirse si se realizara directamente sobre el tubo.
Revestimiento de los Canopies
Los canopies se revisten con acero inoxidable, espejo y titanio de colores. Alrededor de tres mil cuatrocientos metros cuadrados repartidos entre mil de titanio en tono oro, setecientos de titanio en color rosa y el resto de acero inoxidable acabado pulido espejo, repartidos en algo más de veinte canopies diferentes que forman la mayor parte del revestimiento del edificio.
El titanio incorpora una capa de oxidación que es la que transmite el color, para conseguir dicho color se sumerge la plancha de titanio natural en un ácido al que se le aplica corriente eléctrica que se denomina proceso electrolítico. Este proceso produce una oxidación en la plancha que dependiendo de su espesor definen el color final de la plancha.
Con posterioridad a la obtención del color, se aplica una capa endurecedora incolora que protege esta capa de oxidación y consigue una estabilidad total en el acabado final de las láminas de titanio.
Las Fachadas Exteriores
El edificio se reviste de piedra en sus fachadas rectas, y de titanio y acero inoxidable en las curvas, abriendo grandes ventanales especialmente entre los sucesivos canopies.
Más de mil metros cuadrados de ventanales, todos ellos diferentes entre sí, rectangulares, triangulares, trapezoidales y romboidales, y muchos de ellos con complejas orientaciones, que abren el edificio al paisaje de viñedos y montañas tamizando la luz exterior.
Ventanales enmarcados en una carpintería mixta con alma de acero galvanizado, marcos de aluminio, todo ello revestido de madera.
La piedra arenisca se dispone con el sistema de fachada ventilada que proporciona, además del aislamiento térmico necesario, una garantía en la impermeabilización de las fachadas. Cada piedra se sujeta mediante cuatro anclajes puntuales.
El Interior
Los espacios interiores se diseñan sencillos y elegantes para dejar su protagonismo a las formas curvas, paredes inclinadas y al paisaje que se enmarca detrás de cada ventana y que deja en un segundo plano a los canopies que tamizan y juegan a su vez con la penetración de la luz y el color de la misma.
En general, en todo el interior del edificio, los pavimentos son de madera de arce, y las fachadas interiores, paredes y techo son de cartón-yeso pintado.
Únicamente en zonas puntuales se modifica este material para adecuarse al espacio, como ejemplo se encuentran los espacios que tienen continuidad desde el exterior, en los que se mantiene la piedra arenisca tanto en vertical como en pavimentos.
Las Luminarias
Las dos luminarias que se encuentran en mucho de los espacios interiores se han fabricado con un acabado de acero inoxidable.
Una de ellas se encuentra colocada en las paredes y debido a su forma y a la ubicación de las lámparas consigue proporcionar tanto luz indirecta que barre la pared como luz directa.
La otra es una luminaria ubicada en los grandes espacios, como son la recepción y restaurante, que se suspende del techo con una sugerente forma que contribuye a terminar de vestir el espacio en el que se encuentra.