MARRON
Es el color de la tierra, representa la confianza y la estabilidad. Como tono oscuro que es se adecua muy bien para solados y mobiliarios creando espacios que emanan seguridad y confort.
El color deseado para envolver y desarrollar los efectos interioristas de una vivienda debe ser pensado conjuntamente con el diseño general del proyecto, ya que los materiales utilizados en la construcción serán determinantes en la elección del mismo.
La utilización de diversos colores puede crear confusiones sin lograr brindar el carácter o sensación deseada. Probemos con uno de ellos, en este caso el marrón en sus múltiples tonalidades e intensidades.
Cálido, Acogedor, Natural y Robusto
El marrón es un color muy abundante en la naturaleza (tierra, árboles) y en los materiales (madera, cuero, lana), lo que lo aleja de lo artificial y lo asocia con lo natural, y es por eso que es un color muy apreciado para los espacios en que habitamos. Los espacios con muebles y alfombras marrones, revestimientos de madera en paredes y techo, parecen más estrechas, lo que invita al recogimiento.
El marrón crea en las habitaciones un clima ideal siendo uno de los colores de la calidez, como también lo son: rojo, naranja, amarillo y oro. Combinado con colores animados como el oro o el naranja, el marrón resulta particularmente agradable.
Ninguna cosa se tiñe de marrón para embellecerla, sino que la mayoría de las cosas marrones tienen este color como color natural, y si algo se tiñe de marrón es para darle esta apariencia. El marrón natural nunca es uniforme, sino que muestra manchas más claras y más oscuras, como en la madera, la vegetación mustia, la lana sin blanquear o la piel sin teñir. Beige, la palabra francesa que usamos para llamar al marrón claro, significa crudo.
Fuerte y Tostado
El marrón es el color de sabor más fuerte, el color de lo tostado: la carne asada es marrón y la masa horneada también se pone de este color. Se asocia también con los aromas intensos: café, té, cerveza y cacao son marrones.
Es el color de los alimentos cocinados. Lo que en principio era blanco, se vuelve marrón, desde la cebolla dorada hasta el azúcar hecho caramelo. Y también es el color de bombas calóricas como el chocolate, los bombones y las nueces.
El verde de las plantas incorporadas al espacio interior o vistas a través de un gran ventanal, representa el movimiento y la naturaleza en todo su esplendor, vigoriza, levanta el ánimo y crea equilibrio en las áreas más frecuentadas del hogar.
Por ello cuando el marrón es utilizado como base de color en la decoración, las plantas resultan el complemento ideal.
Diseño de interiores
Los marrones oscuros de los sillones y algunos elementos lineales rompen fuertemente con una suave envolvente en tonos beige. El manejo de líneas, planos y volúmenes cúbicos equilibran con elegancia el espacio. Se destaca un gran ventanal a modo de mural que incorpora la frescura del espacio exterior.
El beige generalizado y envolvente, juega con paños y líneas de fuertes marrones. Los elementos del diseño no se pierden, el contraste permite el carácter y la presencia de los mismos.
El gran protagonista es la imponencia del espacio exterior que ingresa a través de los grandes ventanales. Sutiles, pero muy bien ubicados, los pequeños detalles de luz enriquecen un espacio de extrema sencillez.
Un muro de piedra, fuerte líneas marrones en la escalera y acertados efectos de luz artificial, son suficientes para romper la monotonía en beige.
Es importante en estos juegos de contrastes de tonalidades que van desde el beige al marrón chocolate, aparezca un tono atractivo como el rojizo de la mesa que se amalgama con el entorno y, lo más importante, la superficie brillante duplica los puntuales efectos de iluminación artificial.
La gran variedad de colores en las texturas de los almohadones y cubresillones, acompañan los principios dinámicos del sillón. Nada mejor que la presencia del fuego y el espacio exterior para mantener un clima relajado, que se refugia y a la vez se lanza por los ventanales. Un interesante concepto de contrastes.
Madera, pura madera, pisos, techos, muros, escaleras, todos jugando el mismo rol material, pero cada cual con su rumbo. Un interesante juego que maneja diversas direcciones enmarcadas por los claros y oscuros que vuelca la luz.
Un simple de gran carácter, diseñado para un espacio interior, no obstante es evidente que una galería lo cobija dada la carencia de la carpintería. Otro interesante contraste, adentro o afuera. Particular manejo espacial interior-exterior.
Interesante movimiento de tonos marrones que olvida la idea de envolventes y elementos planos. El uso de líneas curvas ordenadas permite una innovador concepción de muros y elementos decorativos.
Los marrones juegan en el espacio con total libertad, dejando de lado los principios planos. Las superficies se definen en una ordenada secuencia de líneas. Gran aceptación de luces y reflejos que juegan en armonía. El frío del exterior permite que la calidez interior cobre mayor protagonismo junto a pequeños detalles de color.
Dos enormes planos con gran libertad en el manejo de cálidos colores, contrarrestan la severidad del equipamiento, prolijo en su contrate de tonalidades fuertes y suaves. La trama de líneas marrones que se apoya en el fondo, permite la conciliación entre desenfado y control.
Un interior sumamente acogedor. Sin duda impacta la alfombra de correcta y agradable combinación con sus formas y tonalidades ocres. Los efectos logrados por la iluminación es otro de los grandes aportes.
La incorporación de tonos verdes, especialmente con el jardín vertical, se comporta como fiel compañera de las rústicas maderas envolventes.