PARA CUBRIRSE MEJOR
Tipología de las baldosas cerámicas
Las baldosas cerámicas son placas de poco espesor, generalmente utilizadas para revestimiento de suelos y paredes, fabricadas a partir de composiciones de arcillas y otras materias inorgánicas, que se someten al amasado, se moldean y seguidamente son secadas y cocidas para que adquieran con carácter estable las propiedades requeridas.
• Azulejo
Así se denomina de forma tradicional a las baldosas cerámicas de porosidad elevada, prensadas en seco, esmaltadas, fabricadas por bicocción o monococción. Los azulejos, junto con los pavimentos de gres, presentan la mayor y más amplia oferta del mercado y se erigen en líderes de producción en este segmento. Sus características las hacen idóneas para revestimiento de paramentos interiores en locales residenciales o comerciales.
El soporte es de mayólica de color blanco o claro, de color que va del ocre al pardo amarillento, o pardo rojizo, sin que ello afecte a las características del producto. Es de grano fino y homogéneo. El esmalte que cubre la cara vista puede ser blanco, de un color, marmoleado, moteado o multicolor, y puede llevar decorados con motivos diversos.
Las superficies y aristas de los azulejos son regulares y bien acabadas. Las formas predominantes son la cuadrada y la rectangular. Las piezas complementarias usuales son los listeles o tiras, molduras y cenefas.
• Pavimento de gres
Baldosas cerámicas de absorción de agua baja o media-baja, prensadas en seco, esmaltadas y fabricadas generalmente por monococción, conocidas también como pavimentos gresificados, cerámico esmaltados, o simplemente como pavimentos cerámicos. Se utilizan como solado interior en locales residenciales o comerciales. Algunos con especial resistencia a las heladas o alta resistencia a la abrasión, pueden utilizarse también como revestimiento de fachadas y como solados exteriores.
El soporte es de gres (absorción de agua baja) o gresificados (absorción de agua media-baja), de color blanco o claro o de color ocre al pardo oscuro. Las superficies y aristas son regulares y bien acabadas.
El esmalte de la cara vista puede ser blanco, monocolor, marmoleado, moteado o granulado y puede estar decorado con motivos diversos. La forma predominante es la cuadrada con variantes de una o más esquinas achaflanadas, aunque también hay piezas rectangulares.
• Gres porcelánico
El gres porcelánico es el tipo de producto de más reciente aparición en el mercado. Es la denominación generalizada de las baldosas cerámicas de muy baja absorción de agua, prensadas en seco, no esmaltadas y, por tanto, sometidas a una única cocción. El cuerpo de la baldosa es del color resultante de la adición a su masa de colorantes, con distribución uniforme o granular.
Es de grano fino y homogéneo, no siendo apreciables a simple vista los elementos no homogéneos. La cara vista, de la misma materia que el cuerpo, puede ser de color liso, moteada, marmoleada o decorada. Las superficies y aristas son regulares y bien acabadas. La forma actualmente predominante es cuadrada. Las piezas especiales más usuales son los peldaños y los rodapiés. Las baldosas de gres porcelánico pueden utilizarse tal como resultan tras la cocción o someterse la cara vista a un proceso de pulido, que le da brillo y lisura.
La cara vista puede tener relieves con fines decorativos (similares a los de piedras naturales) o antideslizantes (puntas de diamante, estrías, ángulos...). La forma predominante es la cuadrada desde 10 cm. x 10 cm. a 60 cm. x 60 cm., con variantes de una o más esquinas achaflanadas, aunque también hay piezas rectangulares. Las piezas complementarias usuales son los tacos y los listeles y las especiales más comunes el rodapié, el peldaño y el zanquín.
• Gres rústico
El gres rústico se considera habitualmente como un material de revestimiento ideal para ambientes rústicos interiores y exteriores (siempre que sea resistente a la helada). El gres rústico ofrece unas prestaciones mecánicas mayores que las del barro cocido. Técnicamente se denomina así a las baldosas cerámicas con absorción de agua baja o media-baja, moldeadas por extrusión, y generalmente no esmaltadas.
El cuerpo es de color ocre a pardo muy oscuro, de grano heterogéneo. Las formas y medidas predominantes son la cuadrada y la rectangular, aunque hay hexágonos, octógonos y una gran variedad de piezas complementarias (molduras, cubre cantos, tiras, tacos...) y especiales (peldaños, rodapiés, vierteaguas...). Los grosores son muy variables según medidas y tipos, y usualmente mayores que el de los pavimentos de gres. Sus características particulares las hacen especialmente adecuadas para diferentes usos: revestimiento de fachadas, solados exteriores incluso de espacios públicos, suelos de locales, suelos industriales, etc.
Su acabado con moderadas irregularidades de superficie, aristas y color les dan posibilidades decorativas particulares. Los lados largos de la cara vista pueden tener un pequeño rebaje en escalón, que tiene por objeto proteger las aristas. • Las baldosas “de gres salado”, sobre cuya cara vista se proyecta sal común durante la cocción, resultando una película con brillo broncíneo disparejo, de efecto decorativo utilizable en paramentos incluso exteriores, pero con baja resistencia a la abrasión por lo que se pierde rápidamente si se usa en suelos, aún de tránsito poco intenso.
• Baldosín catalán
Así se denomina a las baldosas cerámicas generalmente con absorción de agua desde media-alta a alta o incluso muy alta, moldeadas por extrusión, generalmente no esmaltadas, y por tanto sometidas a una única cocción. El color del baldosín catalán no esmaltado es el rojo o pardo rojizo propio de la arcilla cocida. Una pequeña parte de la producción (baldosas vidriadas). Se esmalta con una cubierta transparente vidriada, de color rojo o verde.
El cuerpo es de grano heterogéneo. Las formas y medidas predominantes son la cuadrada y la rectangular, pero hay otras muchas: hexágonos, octógonos regulares y oblongos y piezas con lados curvilíneos. Hay gran variedad de piezas complementarias (molduras, cubre cantos, tiras, tacos...) y especialmente: peldaños, rodapiés, vierteaguas... Es tradicional su uso en la costa mediterránea para solado de cubiertas planas, terrazas, balcones y porches. Las baldosas vidriadas se utilizan en esa zona en bancos de cocinas de estilo rural.
• Barro cocido
Representan la transición entre el ladrillo y el pavimento cerámico vidriado. Los azulejos de barro cocido proporcionan una confortable y saludable atmósfera en las habitaciones. Sus características los hacen especiales y casi exclusivamente adecuados para edificaciones o estancias de buscada rusticidad. El material poroso del barro cocido favorece un equilibrio climático en los ambientes y lo convierte en una superficie ideal para superponerse a los sistemas de calefacción por suelo radiante.
Por su elevada porosidad debe preverse la posibilidad de que necesiten un tratamiento de la cara vista, anterior o posterior a la colocación, por razones de apariencia (brillo) o funcionales (impermeabilidad, para su utilización en exteriores de climatología fría). Impregnaciones a base de ceras previas a su fijación y un adecuado y regular mantenimiento, ayudan a aumentar la resistencia a las manchas de los azulejos de barro sin esmaltar. Algunos fabricantes ofrecen ya sus productos pre-tratados. Los azulejos de barro cocido no deben confundirse con los azulejos de aspecto rústico, que se producen industrialmente y con alta tecnología. Los bellos esmaltes de los azulejos de barro cocido son más sensibles y delicados a la abrasión y desgaste superficial que los azulejos fabricados con los procedimientos más avanzados.
Debido a sus características técnicas, los formatos de barro cocido son también menores y su baja resistencia mecánica se suple aumentando el espesor de las piezas. Dentro de esta denominación se encuentran una gran cantidad de productos coincidentes solo en la apariencia rústica, frecuentemente fabricados en pequeñas unidades productivas y con medios artesanales.