MEMBRANAS PROTECTORAS
La fachada es una parte fundamental de toda construcción, en la que quedan a la vista los componentes más importantes y se refleja el estilo de sus moradores. La fachada de una vivienda transmite lo que la familia quiere comunicar.
El estilo definido y combinación de elementos entre ventanas, puertas y muros, siempre se ve limitado por las funciones de cerramiento que debe ofrecer la fachada, el presupuesto que se tenga y las posibilidades constructivas.
Por esto es importante conocer los enormes beneficios del nuevo concepto de fachadas ventiladas que se construyen en la actualidad y está revolucionando la arquitectura en el País.
Tratamiento en fachada ventilada, con aluminio, acabado de madera, trazos, giros, contrastes y movimientos El génesis del cambio de paradigma arquitectónico.
CONTEXTO AMBIENTAL
La crisis climática por la que está pasando el planeta, consecuencia del calentamiento global, ha evidenciado como destructivo y gran consumidor de recursos el tradicional modelo de construir, además de un fuerte “analfabetismo ambiental colectivo”.
El desafío es reversar este proceso ambiental y fomentar un modo de vida sostenible también en la construcción de nuestras casas. Una construcción actual tiene gran responsabilidad en la mitigación del impacto ambiental.
Consume gran cantidad de energía y recursos durante todo su ciclo de vida, ejecución, uso y demolición. Peor aún, más del 50% de la energía producida en el mundo está destinada a la climatización de edificaciones mal diseñadas. El 30% de los inmuebles nuevos o renovados sufren del síndrome del “edificio enfermo”.
IMPORTANCIA DE LAS FACHADAS
La fachada cumple el papel de una membrana protectora como nuestra piel para el cuerpo. Aísla del medio que nos rodea, protegiendo y contribuyendo a mantener integras sus estructuras, al tiempo que actúa como sistema de comunicación con el entorno.
Antes de la invención del aire acondicionado, la fachada era primordial para proveer un ambiente interior confortable. El cerramiento aislaba y ventilaba, regulando la temperatura y la humedad interior.
Así, las antiguas y frescas casas de hacienda, con gruesos muros exteriores, lograban un filtro climático importante de la irradiación solar hacia el interior.
Hoy por el contrario, los delgados muros exteriores y fachadas de nuestras casas las convierten en un enorme horno acumulador de calor. Obligando a una dependencia excesiva de los sistemas mecánicos de acondicionamiento, que nos aleja del camino sostenible para climatizar naturalmente la vivienda.
La fachada ventilada permite la utilización de grandes paneles con características estéticas y calidad de materiales diferentes creando aportes importantes en el campo visual del entorno.
CONSTRUCCION
Sobre la fachada del edificio (hoja interior) se ancla una subestructura destinada a soportar la hoja exterior de acabado, así como una capa de aislamiento, mediante espigas plásticas o mortero adhesivo. Una vez colocada la capa aislante, se monta la hoja de acabado. La subestructura deja una cámara de aire de unos pocos centímetros entre el aislamiento y las placas que conforman la segunda piel. Las juntas entre estas placas son abiertas, permitiendo el flujo de aire.
Las placas exteriores pueden ser de diversos materiales: piedra, madera, paneles sándwich, etc.
La piel exterior o de acabado debe disponer de ranuras tanto en la parte inferior como en la superior, para permitir la renovación. En los puntos singulares (línea de cumbrera, perímetro de ventanas), se deben disponer vierteaguas u otros elementos de protección para dificultar la entrada de agua en la cámara interna, pues reduciría la efectividad del aislante térmico.
FUNCIONAMIENTO
La fachada ventilada es una óptima solución de aislamiento del exterior en cuanto a temperatura y ruido. El principio clave es conformar una cámara de aire con efecto chimenea natural entre el acabado exterior que se quiera y la pared interior, también en múltiples revestimientos.
La existencia de juntas entre las piezas de fachada evita los problemas típicos de la dilatación, por lo que son fachadas que presentan un buen aspecto durante mucho tiempo. La hoja exterior también amortigua los cambios de temperatura tanto en el aislante térmico como en el impermeabilizante, prolongando su vida útil.
Por último, la existencia de la hoja exterior ayuda a reducir las pérdidas térmicas del edificio: en los meses de verano la piel exterior se calienta creando un efecto convectivo que hace circular el aire en el interior de la cámara. Este “efecto chimenea” desaloja el aire caliente y lo renueva con aire más frío. En los meses de invierno el aire en la cámara se calienta, pero no lo suficiente como para crear el mismo efecto y se conserva mejor el calor.
VENTAJAS:
• Protección de la incidencia directa del sol, lluvia, ruido y demás inclemencias del tiempo sobre el cerramiento.
• Se logra una cámara de aire con efecto chimenea que evita la acumulación del calor, humedad, peligros de condensación y por consiguiente una óptima frescura interior.
• Se reduce la contaminación acústica, riesgos de filtraciones, fisuras y hongos.
• Mínimo mantenimiento y mejor envejecimiento de la fachada.
• Mínimo consumo de recursos en climatización de los espacios interiores.
• Excelente opción estética para remodelar la imagen de una edificación y darle nueva vida.
• Fácil, limpia y rápida instalación de todo tipo de acabados exteriores.
• Sistema seguro y de alto control de tiempo y costos.
• Esta innovadora solución de fachada en las viviendas ya se aplica en las nuevas casas modulares de rápida ejecución.