POP ART
El estilo obliga a la creatividad. Los interiores con decoración pop art deben ser coloridos, llenos de optimismo y con contrastes alegres. El colorido despliegue de la decoración pop raya la locura y se mantiene al margen de las reglas.
El Grupo Independiente, fundado en Londres en 1952, es reconocido como el precursor del movimiento artístico pop. Eran un grupo de jóvenes pintores, escultores, arquitectos, escritores y críticos que desafiaban la visión modernista de la cultura así como la perspectiva tradicional de ver las Bellas artes.
El arte pop se basa en signos y símbolos, que se observan en casi todas las sociedades. El material para las creaciones del arte pop se convirtió en los objetos, texturas y materiales de uso común.
El arte de la decoración pop no conlleva la armonía y el tacto de un interior de lujo, por lo que es un estilo ideal para aquellos que no tienen gustos limitados. Se pueden utilizar los más variados colores. Pintar una pared de color amarillo ácido y verde oscuro, con algunos detalles de un color negro profundo, todo vale.
Es muy expresiva e inusual. Se sabe que el arte emergente tiene la intención de escandalizar. Puede decorar la sala con gráficos o cuadros de héroes de los cómics, películas, comerciales, con colores brillantes en contraste, todo lo que llenaba los medios de comunicación y el espacio social de hace 50 años.
La decoración pop es lo contrario del diseño minimalista interior, donde todo debe ser combinado, sujeto a las leyes del estilo. El arte pop es la misma falta de leyes. Y esta es su dignidad. Los elementos del interior en el estilo pop art en sí mismos son una verdadera obra de arte.
Un truco para conseguir este look es invadir las paredes interiores con posters o cuadros: Coca Cola, las latas de sopa Campbell y las obras de Andy Warhol, Roy Liechtenstein y la infaltable Marilyn Monroe, evocan de inmediato la estética sesentera.
El color lo es todo. Para conseguir este estilo desenfadado hay que apostar por tonos vivos y brillantes. Los juegos de contrastes no son una opción, sino una máxima.
Un color neutro puede equilibrar. Se puede lograr un contraste atractivo mezclando tonos neutros con tonos brillantes.
El plástico es uno de los elementos que identifican esta tendencia. Flexible, sólido y económico, el plástico es el material idóneo para muebles y accesorios en este tipo de interiores. Qué mejor que un clásico como la silla Panton (la primera silla de plástico de la historia fabricada en un único molde) para aportar un toque de Pop Art en tu hogar.
Los muebles de diseñadores estadounidenses de mediados de siglo encajan a la perfección. Harry Bertoia, Charles Eames o Eero Saarinen son tan sólo un ejemplo.
El Pop Art permite redecorar los interiores por completo sin necesidad de un cambio total. Es sumamente fácil combinar este estilo con otros. Y como es mejor una imagen que mil palabras, es ideal recrear la mirada en las fotos que muestra la nota.